Me apasionan las nuevas tecnologías y me encanta aprender.
En los 80, siendo una niña, tuve mis primeros ordenadores. El
primero fue un Einstein, un ordenador bastante voluminoso en el que hice mis primeros
pinitos programando en Basic. Posteriormente tuve un Spectrum, bastante más
reducido ya que solo tenía la parte del teclado; me parecía una pasada, se
podían poner cassettes con juegos, jeje, con qué poco nos conformábamos.
Pero no sería hasta el año 2000, cuando llegaría mi
siguiente ordenador y con él, mi introducción en esta jungla llamada Internet.
Desde entonces, soy una esponjita que aprende todo lo que
puede.